¿Qué es el infierno según la Biblia?

Para entender qué dice la Biblia acerca del infierno es fundamental comprender antes qué es el alma según la Biblia. La palabra de Dios afirma que el espíritu y el alma de una persona no creyente viajan al infierno después de la muerte. Ese lugar, el infierno, es la oposición al Cielo, al Reino celestial y donde se produce el juicio final. Las personas que no creen en Dios y rechazan su camino de salvación entran en el infierno eterno, donde no hay tranquilidad ni paz para los impíos. Con ello, ya podemos entender mejor qué es el infierno según la Biblia y qué mensaje transmite acerca de este asunto.

De acuerdo a algunos fragmentos de la Biblia, en concreto, del Nuevo Testamento, el infierno es un lugar donde se castiga a los no creyentes. Jesucristo habló del infierno para advertir y dijo que es un lugar de tinieblas (Mateo 22:13), donde hay llanto y crujir de dientes (Mateo 8:12). El infierno según la Biblia es un horno de fuego que no se apaga (Mateo 13:42, 50), un lugar de destrucción espiritual y corporal (Mateo 10:28) donde se producen tormentos (Lucas 16:23-24).

Citas bíblicas sobre el infierno

Si vas a estudiar la Biblia, debes saber que el infierno según la Biblia es un lugar de tinieblas, donde solo se conoce la destrucción espiritual y corporal. De entre las citas bíblicas sobre el infierno que podemos encontrar, se pueden destacar las que indicamos a continuación:

• Entonces el Rey dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles.” … E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna (Mateo 25:41, 46)
• Y si tu mano te es ocasión de pecar, córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno, al fuego inextinguible (Marcos 9:43)
• Y el que no fue hallado escrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego (Apocalipsis 20:15)
• No temáis a los que matan el cuerpo pero el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. (Mateo 10:28)