Lecturas del lunes, 18 de enero de 2021


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del lunes, 18 de enero de 2021

Primera lectura del lunes, 18 de enero de 2021

Lectura de la carta a los Hebreos 5, 1-10

Hermanos: El Sumo Sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para
representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por
los pecados.
El puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto
en debilidades.
A causa de ellas tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los
del pueblo.
Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón.
Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de Sumo Sacerdote,
sino Aquél que le dijo: «Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy» , o como dice
otro pasaje de la Escritura: «Tú eres Sacerdote eterno, según el rito de
Melquisedec.
Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas,
presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en su
angustia fue escuchado.
El, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obedecer.
Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que le obedecen en
autor de salvación eterna, proclamado por Dios Sumo Sacerdote, según el rito de
Melquisedec.

Salmo responsorial del lunes, 18 de enero de 2021

Salmo responsorial Sal 109, 1. 2. 3. 4

V. «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec».
R. «Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec».
V. Oráculo del Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos
estrado de tus pies». R.
V. Desde Sión extenderá el Señor el poder de su cetro: somete en la batalla a tus
enemigos. R.
V. «Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores sagrados;yo
mismo te engendré como rocío, antes de la aurora». R.
V. El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: «Tú eres sacerdote eterno, según el
rito de Melquisedec». R.

Evangelio del lunes, 18 de enero de 2021

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 2, 18-22

En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno.
Vinieron unos y le preguntaron a Jesús.
Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan.
¿Por qué los tuyos no? Jesús les contestó: ¿Es que pueden ayunar los amigos del
novio, mientras el novio está con ellos ? Mientras tienen al novio con ellos, no
pueden ayunar.
Llegará un día en que se lleven al novio;aquel día sí que ayunarán.
Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado;porque la pieza
tira del manto─lo nuevo de lo viejo─ y deja un roto peor.
Nadie echa vino nuevo en odres viejos;porque revienta los odres, y se pierden el
vino y los odres;a vino nuevo, odres nuevos.