Lecturas del domingo, 28 de noviembre de 2021


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del domingo, 28 de noviembre de 2021

Primera lectura del domingo, 28 de noviembre de 2021

Lectura del libro de Jeremías 33, 14-16

«Mirad que llegan días —oráculo del Señor— en que cumpliré la promesa que hice
a la casa de Israel y a la casa de Judá.
En aquellos días y en aquella hora, suscitaré a David un vástago legítimo, que hará
justicia y derecho en la tierra.
En aquellos días se salvará Judá, y en Jerusalén vivirán tranquilos, y la llamarán así:
"Señor—nuestra—justicia".»

Salmo responsorial del domingo, 28 de noviembre de 2021

Salmo responsorial Sal 24, 4bc-5ab. 8-9. 10 y 14 (R.: 1b)

R. A ti, Señor, levanto mi alma.
Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine con
lealtad;enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R.
El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores;hace caminar a
los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. R.
Las sendas del Señor son misericordia y lealtad para los que guardan su alianza
y sus mandatos. El Señor se confía con sus fieles y les da a conocer su alianza.

Segunda lectura del domingo, 28 de noviembre de 2021

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3, 12—4, 2

Hermanos:
Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo
mismo que nosotros os amamos.
Y que así os fortalezca internamente, para que, cuando Jesús, nuestro Señor,
vuelva acompañado de todos sus santos, os presentéis santos e irreprensibles ante
Dios, nuestro Padre.
En fin, hermanos, por Cristo Jesús os rogamos y exhortamos: Habéis aprendido
de nosotros cómo proceder para agradar a Dios;pues proceded así y seguid
adelante.
Ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre del Señor Jesús.

Evangelio del domingo, 28 de noviembre de 2021

Lectura del santo evangelio según san Lucas 21, 25-28. 34-36

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las
gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedaran sin
aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los
astros se tambalearán.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y
majestad.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra
liberación.
Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de
la vida, y se os eche encima de repente aquel día;porque caerá como un lazo sobre
todos los habitantes de la tierra.
Estad siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por
venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre.»