Lecturas del martes, 21 de septiembre de 2021


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del martes, 21 de septiembre de 2021

Primera lectura del martes, 21 de septiembre de 2021

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4, 1-7. 11-13

Hermanos: Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor;esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo. Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo;hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hambre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud.

Salmo responsorial del martes, 21 de septiembre de 2021

Salmo responsorial Sal 18, 2-3. 4-5 (R.: 5a)

R. A toda la tierra alcanza su pregón.
El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos: el
día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra. R.
Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza
su pregón y hasta los limites del orbe su lenguaje. R.

Evangelio del martes, 21 de septiembre de 2021

Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 9-13

En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: -«Sígueme.» Él se levantó y lo siguió. Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: -«¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?» Jesús lo oyó y dijo: -«No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa “misericordia quiero y no sacrificios”: que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»