Lecturas del viernes, 04 de junio de 2021


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del viernes, 04 de junio de 2021

Primera lectura del viernes, 04 de junio de 2021

Lectura del libro de Tobías 11, 5-17

Ana iba a sentarse todos los días en la cima de un otero, junto al camino, desde
donde dominaba el paisaje. Un buen día, mientras estaba allí, mirando a ver si
venía su hijo, lo divisó a lo lejos y lo reconoció al instante. Echó a correr y le dijo a
su marido: —oye, tu hijo está llegando.
Rafael le había dicho a Tobías: —Nada más entrar en tu casa, adoras al Señor tu
Dios y le das gracias;te acercas a tu padre y le besas;luego le frotas los ojos con
la hiel de ese pez que llevas contigo. Ten la seguridad de que enseguida se le
abrirán los ojos a tu padre y podrá ver la luz del cielo y al verte se pondrá muy
contento.
Entonces el perro que llevaban durante el viaje salió corriendo delante de ellos y,
como si fuera un mensajero llegado a su destino, exteriorizaba su alegría
haciendo carantoñas con el rabo.
El padre de Tobías, ciego como era, se levantó y echó a correr a trompicones.
De la mano de un criado salió al encuentro de su hijo. El y su mujer le recibieron
con besos y rompieron a llorar de alegría. Luego adoraron a Dios, le dieron
gracias y se sentaron
Tobías frotó los ojos de su padre con la hiel del pez.
Aguardó cosa de media hora y empezó a salir de sus ojos una telilla blanca, como la
cáscara de un huevo. Tobías la cogió y se la extrajo de los ojos, y así recobró la
vista.
Entonces él, su mujer y todos los vecinos glorificaron a Dios. Tobías, dijo: —Te
bendigo, Señor, Dios de Israel, que si antes me castigaste, ahora me has salvado y
puedo ver a mi hijo Tobías.

Salmo responsorial del viernes, 04 de junio de 2021

Salmo responsorial Sal 145, 1-2. 6b-7. 8-9a. 9bc-10

V. Alaba, alma mía, al Señor.
R. Alaba, alma mía, al Señor.
V. Alaba, alma mía, al Señor: alabaré al Señor mientras viva, tañeré para mi Dios
mientras exista. R.
V. Que mantiene su fidelidad perpetuamente, que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos. R.
V. El Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos. R.
V. Sustenta al huérfano y a la viuda, y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad. R.

Evangelio del viernes, 04 de junio de 2021

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 12, 35-37

En aquel tiempo, mientras enseñaba en el templo, Jesús preguntó: ¿Cómo dicen los
letrados que el Mesías es hijo de David? El mismo David, movido por el Espíritu
Santo, dice: «Dijo el Señor a mi Señor: siéntate a mi derecha, y haré de tus
enemigos estrado de tus pies».
Si el mismo David lo llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo? La gente, que era
mucha, disfrutaba escuchándolo.