Rincón de la Fe » Lecturas » Lecturas del sábado, 03 de abril de 2021Lecturas del sábado, 03 de abril de 2021 Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del sábado, 03 de abril de 2021 viernes 02 de abril domingo 04 de abril Primera lectura del sábado, 03 de abril de 2021 Lectura del Libro del Génesis 1, 1-31;2, 1-2. Al principio creó Dios el cielo y la tierra. [La tierra era un caos informe;sobre la faz del Abismo, la tiniebla. Y el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Que exista la luz. Y la luz existió. Y vio Dios que la luz era buena. Y separó Dios la luz de la tiniebla: llamó Dios a la luz «Día»;a la tiniebla «Noche». —Pasó una tarde, pasó una mañana: el día primero— Y dijo Dios: Que exista una bóveda entre las aguas, que separe aguas de aguas. E hizo Dios una bóveda y separó las aguas de debajo de la bóveda de las aguas de encima de la bóveda. Y así fue. Y llamó Dios a la bóveda «Cielo». —Pasó una tarde, pasó una mañana: el día segundo— Y dijo Dios: Que se junten las aguas de debajo del cielo en un solo sitio, y que aparezcan los continentes. Y así fue. Y llamó Dios a los continentes «Tierra». y a la masa de las aguas la llamó «Mar». Y vio Dios que era bueno. Y dijo Dios: Verdee la tierra hierba verde, que engendre semilla y árboles frutales que den fruto según su especie, y que lleven semilla sobre la tierra. Y así fue. La tierra brotó hierba verde que engendraba semilla según su especie, y árboles que daban fruto y llevaban semilla según su especie. Y vio Dios que era bueno. —Pasó una tarde, pasó una mañana: el día tercero— Y dijo Dios: Que existan lumbreras en la bóveda del cielo, para separar el día de la noche, para señalar las fiestas, los días y los años; y sirvan de lumbreras en la bóveda del cielo, para dar luz sobre la tierra. Y así fue. E hizo Dios dos lumbreras grandes: la lumbrera mayor para regir el día, la lumbrera menor para regir la noche; y las estrellas. Y las puso Dios en la bóveda del cielo, para dar luz sobre la tierra; para regir el día y la noche, para separar la luz de la tiniebla. Y vio Dios que era bueno. —Pasó una tarde, pasó una mañana: el día cuarto— Y dijo Dios: Pululen las aguas un pulular de vivientes, y pájaros vuelen sobre la tierra frente a la bóveda del cielo. Y creó Dios los cetáceos y los vivientes que se deslizan y que el agua hace pulular según sus especies, y las aves aladas según sus especies. Y vio Dios que era bueno. Y Dios los bendijo diciendo: Creced, multiplicaos, llenad las aguas del mar;que las aves se multipliquen en la tierra. —Pasó una tarde, pasó una mañana: el día quinto— Y dijo Dios: Produzca la tierra vivientes según sus especies: animales domésticos, reptiles y fieras según sus especies. Y así fue. E hizo Dios las fieras según sus especies, los animales domésticos según sus especies y los reptiles según sus especies. Y vio Dios que era bueno.] Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza;que domine los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, los reptiles de la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen;a imagen de Dios lo creó;hombre y mujer los creó. Y los bendijo Dios y les dijo: Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo, los vivientes que se mueven sobre la tierra. Y dijo Dios: Mirad, os entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la faz de la tierra; y todos los árboles frutales que engendran semilla os servirán de alimento; y a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra —a todo ser que respira— la hierba verde les servirá de alimento. Y así fue. Y vio Dios todo lo que había hecho: y era muy bueno. [—Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto— Y quedaron concluidos el cielo, la tierra y sus ejércitos. Y concluyó Dios para el día séptimo todo el trabajo que había hecho;y descansó el día séptimo de todo el trabajo que había hecho.] Salmo responsorial del sábado, 03 de abril de 2021 Salmo responsorial Sal 103, 1-2a. 5-6. 10 y 12. 13-14. 24 y 35a V. Envía tu espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra. R. Envía tu espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra. V. Bendice, alma mía, al Señor, ¡Dios mío, qué grande eres! Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto. R. Envía tu espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra. V. Asentaste la tierra sobre sus cimientos, y no vacilará jamás;la cubriste con el manto del océano, y las aguas se posaron sobre las montañas. R. Envía tu espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra. V. De los manantiales sacas los ríos para que fluyan entre los montes, junto a ellos habitan las aves del cielo, y entre las frondas se oye su canto. R. Envía tu espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra. V. Desde tu morada riegas los montes, y la tierra se sacia de tu acción fecunda;haces brotar hierba para los ganados y forraje para los que sirven al hombre. R. Envía tu espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra. V. ¡Cuántas son tus obras, Señor!, y todas las hiciste con sabiduría, la tierra está llena de tus criaturas. ¡Bendice, alma mía al Señor! R. Envía tu espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra. Segunda lectura del sábado, 03 de abril de 2021 Lectura del Libro del Génesis 22, 1-18. En aquellos días Dios puso a prueba a Abrahán llamándole: —¡Abrahán ! El respondió: —Aquí me tienes. Dios le dijo: —Toma a tu querido hijo único, a Isaac, y vete al país de Moria y ofrécemelo allí en sacrificio en uno de los montes que yo te indicaré. [Abrahán madrugó, aparejó el asno y se llevo consigo a dos criados y a su hijo Isaac; cortó leña para el sacrificio y se encaminó al lugar que le había indicado Dios. El tercer día levantó Abrahán los ojos y descubrió el sitio de lejos. Y Abrahán dijo a sus criados: —Quedaos aquí con el asno;yo con el muchacho iré hasta allá para adorar y después volveremos con vosotros. Abrahán tomó la leña para el sacrificio, se la cargó a su hijo Isaac, y él llevaba el fuego y el cuchillo. Los dos caminaban juntos. Isaac dijo a Abrahán, su padre: —Padre. El respondió: —Aquí estoy, hijo mío. El muchacho dijo: —Tenemos fuego y leña, pero, ¿dónde está el cordero para el sacrificio? Abrahán contestó: —Dios proveerá al cordero para el sacrificio, hijo mío. Y siguieron caminando juntos] Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, [Abrahán levantó allí el altar y apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Entonces] Abrahán tomó el cuchillo para degollar a su hijo;pero el ángel del Señor le gritó desde el cielo: —¡Abrahán, Abrahán! El contestó: —Aquí me tienes. El ángel le ordenó : —No alargues la mano contra tu hijo ni le hagas nada. Ahora sé que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, tu único hijo. Abrahán levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo. [Abrahán llamó aquel sitio «El Señor ve», por lo que se dice aún hoy «El monte del Señor ve».] El ángel del Señor volvió a gritar a Abrahán desde el cielo: —«Juro por mí mismo —oráculo del Señor—: por haber hecho esto, por no haberte reservado tu hijo, tu hijo único, te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistarán las puertas de ciudades enemigas. Todos los pueblos del mundo se bendecirán con tu descendencia, porque me has obedecido.» Evangelio del sábado, 03 de abril de 2021 Lectura del santo evangelio según san Marcos 16, 1-7 Pasado el sábado, María Magdalena, María la de Santiago, y Salomé compraron aromas para ir a embalsamar a Jesús. Y muy temprano, el primer día de la semana, al salir el sol, fueron al sepulcro. Y se decían unas a otras: —«¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del sepulcro?» Al mirar, vieron que la piedra estaba corrida, y eso que era muy grande. Entraron en el sepulcro y vieron a un joven sentado a la derecha, vestido de blanco. Y se asustaron. Él les dijo: —«No os asustéis. ¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el crucificado? No está aquí. Ha resucitado. Mirad el sitio donde lo pusieron. Ahora id a decir a sus discípulos y a Pedro: El va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis, como os dijo.» viernes 02 de abril domingo 04 de abril