Lecturas del sábado, 27 de febrero de 2021


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del sábado, 27 de febrero de 2021

Primera lectura del sábado, 27 de febrero de 2021

Lectura del libro del Deuteronomio 26, 16-19

Moisés habló al pueblo, diciendo: —«Hoy te manda el Señor, tu Dios,
que cumplas estos mandatos y decretos.
Guárdalos y cúmplelos con todo el corazón y con toda el alma.
Hoy te has comprometido a aceptar lo que el Señor te propone: Que él será tu Dios,
que tú iras por sus caminos, guardarás sus mandatos, preceptos y decretos, y
escucharás su voz.
Hoy se compromete el Señor a aceptar lo que tú le propones: Que serás su propio
pueblo, como te prometió, que guardarás todos sus preceptos, que él te elevará en
gloria, nombre y esplendor, por encima de todas las naciones que ha hecho, y que
serás el pueblo santo del Señor, como ha dicho.»

Salmo responsorial del sábado, 27 de febrero de 2021

Salmo responsorial Sal 118, 1-2. 4-5. 7-8 (R/.: cf. 1)

R. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.
Dichoso el que, con vida intachable, camina en la voluntad del Señor;dichoso el
que, guardando sus preceptos, lo busca de todo corazón. R.
Tú promulgas tus decretos para que se observen exactamente. Ojalá este firme mi
camino, para cumplir tus consignas. R.
Te alabaré con sincero corazón cuando aprenda tus justos mandamientos. Quiero
guardar tus leyes exactamente, tú, no me abandones. R.
Versículo antes del evangelio 2 Co 6, 2b
Ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación.

Evangelio del sábado, 27 de febrero de 2021

Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 43-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
—«Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo"y aborrecerás a tu enemigo.
Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os
persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol
sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo
también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de
extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos,
como vuestro Padre celestial es perfecto.»