Lecturas del martes, 09 de febrero de 2021


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del martes, 09 de febrero de 2021

Primera lectura del martes, 09 de febrero de 2021

Lectura del libro del Génesis 1, 20—2, 4a

Y dijo Dios: Pululen las aguas un pulular de vivientes,
y pájaros vuelen sobre la tierra
frente a la bóveda del cielo.
Y creó Dios los cetáceos
y los vivientes que se deslizan
y que el agua hace pulular según sus especies,
y las aves aladas según sus especies.
Y vio Dios que era bueno.
Y Dios los bendijo diciendo: Creced, multiplicaos, llenad las aguas del mar;
que las aves se multipliquen en la tierra.
—pasó una tarde, pasó una mañana: el día quinto—
Y dijo Dios: Produzca la tierra vivientes según sus especies: animales domésticos,
reptiles y fieras según sus especies.
Y así fue.
E hizo Dios las fieras según sus especies, los animales domésticos según sus
especies y los reptiles según sus especies.
Y vio Dios que era bueno.
Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza;que domine los
peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, los reptiles de la tierra.
Y creó Dios al hombre a su imagen;a imagen de Dios lo creó;hombre y mujer los
creó.
Y los bendijo Dios y les dijo: Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla;
dominad los peces del mar, las aves del cielo,
los vivientes que se mueven sobre la tierra.
Y dijo Dios: Mirad, os entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la faz
de la tierra;y todos los árboles frutales que engendran semilla os servirán de
alimento;y a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los
reptiles de la tierra —a todo ser que respira— la hierba verde les servirá de
alimento.
Y así fue.
Y vio Dios todo lo que había hecho: y era muy bueno.
—pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto—
Y quedaron concluidos el cielo, la tierra y sus ejércitos.
Y concluyó Dios para el día séptimo todo el trabajo que había hecho;y descansó el
día séptimo de todo el trabajo que había hecho.
Y bendijo Dios el día séptimo y lo consagró, porque en él descansó de todo el
trabajo que Dios había hecho cuando creó.
Esta es la historia de la creación del cielo y de la tierra.

Salmo responsorial del martes, 09 de febrero de 2021

Salmo responsorial Sal 8, 4-5. 6-7. 8-9

V. ¡Señor, dueño nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
R. ¡Señor, dueño nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
V. Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has
creado,
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle poder? R.
V. Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad;
le diste el mando sobre las obras de tus manos, todo lo sometiste bajo sus pies.
V. Rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo, las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar. R.

Evangelio del martes, 09 de febrero de 2021

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 7, 1-13

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos letrados de
Jerusalén y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras (es decir,
sin lavarse las manos) (Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse
antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y al
volver de la plaza no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas
tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas) Según eso, los fariseos y los letrados
preguntaron a Jesús: ¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no
siguen tus discípulos la tradición de los mayores ? El les contestó: Bien profetizó
Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: «Este pueblo me honra con los
labios, pero su corazón está lejos de mí.
El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos
humanos».
Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los
hombres.
Y añadió: Anuláis el mandamiento de Dios por mantener vuestra tradición.
Moisés dijo: «Honra a tu padre y a tu madre» y «el que maldiga a su padre o a su
madre tiene pena de muerte».
En cambio vosotros decís: Si uno le dice a su padre o a su madre: «Los bienes con
que podría ayudarte los ofrezco al templo» , ya no le permitís hacer nada por su
padre o por su madre;invalidando la palabra de Dios con esa tradición que os
trasmitís;y como éstas hacéis muchas.