Lecturas del martes, 27 de octubre de 2020


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del martes, 27 de octubre de 2020

Primera lectura del martes, 27 de octubre de 2020

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 5, 21-33

Hermanos: Sed sumisos unos a otros con respeto cristiano.
Las mujeres, que se sometan a sus maridos como al Señor;porque el marido es
cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia;él, que es el salvador
del cuerpo.
Pues como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres a sus maridos en
todo.
Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a su Iglesia: El se entregó a sí
mismo por ella, para consagrarla, purificándola con el baño del agua y la palabra,
y para colocarla ante sí gloriosa, la Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada
semejante, sino santa e inmaculada.
Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como cuerpos suyos que son.
Amar a su mujer es amarse a sí mismo.
Pues nadie jamás ha odiado su propia carne, sino que le da alimento y calor, como
Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo.
«Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y
serán los dos una sola carne» Es éste un gran misterio: y yo lo refiero a Cristo y a
la Iglesia.
En una palabra, que cada uno de vosotros ame a su mujer como a sí mismo, y que la
mujer respete al marido.

Salmo responsorial del martes, 27 de octubre de 2020

Salmo responsorial Sal 127, 1-2. 3. 4-5

V. Dichosos los que temen al Señor.
R. Dichosos los que temen al Señor.
V. ¡Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos ! Comerás el fruto de tu
trabajo, serás dichoso, te irá bien. R.
V. Tu mujer, como parra fecunda, en medio de tu casa;tus hijos, como renuevos
de olivo, alrededor de tu mesa. R.
V. Esta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén, todos los
días de tu vida. R.

Evangelio del martes, 27 de octubre de 2020

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 13, 18-21

En aquel tiempo, Jesús decía: ¿A qué se parece el reino de Dios ? ¿A qué lo
compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en
su huerto;crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas.
Y añadió: ¿A qué compararé el Reino de Dios? Se parece a la levadura que una
mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta.