Lecturas del jueves, 08 de octubre de 2020


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del jueves, 08 de octubre de 2020

Primera lectura del jueves, 08 de octubre de 2020

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas 3, 1-5

¡Insensatos Gálatas! ¿Quién os ha embrujado? ¡Y pensar que ante vuestros ojos
presentaron la figura de Jesucristo en la cruz ! Contestadme a una sola pregunta:
¿Recibisteis el Espíritu por observar la ley, o por haber respondido a la fe? ¿Tan
estúpidos sois? ¡Empezasteis por el espíritu para terminar con la materia! ¡Tantas
magníficas experiencias en vano! Si es que han sido en vano.
Vamos a ver: Cuando Dios os concede el Espíritu y obra prodigios entre vosotros,
¿por qué lo hace? ¿Porque observáis la ley, o porque respondéis a la fe?

Salmo responsorial del jueves, 08 de octubre de 2020

Salmo responsorial Lc 1. 69-70, 71-72. 73-75.

V. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.
R. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.
Nos ha suscitado una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo;
según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas. R.
V. Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los
que nos odian;realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza. R.
V. El juramento que juró a nuestro padre Abrahán, para concedernos que, libres
de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y
justicia, en su presencia, todos nuestros días. R.

Evangelio del jueves, 08 de octubre de 2020

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 11, 5-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Si alguno de vosotros tiene un amigo y
viene a medianoche para decirle: «Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis
amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle».
Y, desde dentro, el otro le responde: «No me molestes;la puerta está cerrada;mis
niños y yo estamos acostados: no puedo levantarme para dártelos».
Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo
suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os
abrirá;porque quien pide, recibe, quien busca, halla, y al que llama, se le abre.
¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra ? ¿O si le
pide un pez, le dará una serpiente ? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?