Lecturas del viernes, 18 de septiembre de 2020


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del viernes, 18 de septiembre de 2020

Primera lectura del viernes, 18 de septiembre de 2020

Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 15, 12-20

Hermanos: Si anunciamos que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que
decía alguno que los muertos no resucitan? Si los muertos no resucitan, tampoco
Cristo resucitó;y si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación carece de
sentido y vuestra fe lo mismo.
Además, como testigos de Dios, resultamos unos embusteros, porque en nuestro
testimonio le atribuimos falsamente haber resucitado a Cristo, cosa que no ha
hecho si es verdad que los muertos no resucitan.
Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado.
Y si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido, seguís con vuestros
pecados y los que murieron con Cristo, se han perdido.
Si nuestra esperanza en Cristo acaba con esta vida, somos los hombres más
desgraciados.
¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos.

Salmo responsorial del viernes, 18 de septiembre de 2020

Salmo responsorial Sal 16, 1. 6-7. 8 y 15

V. Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
R. Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
V. Señor, escucha mi apelación, atiende a mis clamores, presta oído a mi súplica,
que en mis labios no hay engaño. R.
V. Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío, inclina el oído y escucha mis
palabras.
Muestra las maravillas de tu misericordia, tú que salvas de los adversarios a quien
se refugia a tu derecha. R.
V. Guárdame como a las niñas de tus ojos, a la sombra de tus alas escóndeme.
Pero yo con mi apelación vengo a tu presencia, y al despertar me saciaré de tu
semblante. R.

Evangelio del viernes, 18 de septiembre de 2020

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 8, 1-3

En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo,
predicando la Buena Noticia del Reino de Dios;lo acompañaban los Doce y
algunas mujeres que él bebía curado de malos espíritus y enfermedades: María la
Magdalena, de la que habían salido siete demonios;Juana, mujer de Cusa,
intendente de Herodes;Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.