Lecturas del jueves, 14 de noviembre de 2019


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del jueves, 14 de noviembre de 2019

Primera lectura del jueves, 14 de noviembre de 2019

Lectura del libro de la Sabiduría 7, 22-8, 1

La sabiduría es un espíritu inteligente, santo, único, múltiple, sutil, móvil,
penetrante, inmaculado, lúcido, invulnerable, bondadoso, agudo, incoercible,
bienhechor, amigo del hombre, firme, seguro, sereno, todopoderoso, todo
vigilante, que penetra todos los espíritus inteligentes, puros, sutilísimos.
La sabiduría es más móvil que cualquier movimiento y, en virtud de su pureza, lo
atraviesa y lo penetra todo. Es efluvio del poder divino y emanación genuina de
la gloria del Omnipotente, por eso nada inmundo se le pega.
Es reflejo de la luz eterna, espejo nítido de la actividad de Dios e imagen de su
bondad.
Siendo una sola, todo lo puede;sin cambiar en nada, renueva el universo;entrando
en las almas buenas de cada época, va haciendo amigos de Dios y profetas;pues
Dios ama sólo a quien convive con la sabiduría.
Es más bella que el sol y que todas las constelaciones;comparada a la luz del día,
sale ganando, pues a éste le releva la noche, mientras que a la sabiduría no le
puede el mal.
Alcanza con vigor de extremo a extremo y gobierna el universo con acierto.

Salmo responsorial del jueves, 14 de noviembre de 2019

Salmo responsorial Sal 118, 89. 90. 91. 130. 135. 175

V. Tu palabra, Señor, es eterna.
R. Tu palabra, Señor, es eterna.
V. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
Tu fidelidad, de generación en generación, igual que fundaste la tierra y
permanece. R.
V. Por tu mandamiento subsisten hasta hoy, porque todo está a tu servicio. R.
V. La explicación de tus palabras ilumina, da inteligencia a los ignorantes.
V. Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, enséñame tus leyes.
V. Que mi alma viva para alabarte, que tus mandamientos me auxilien. R.

Evangelio del jueves, 14 de noviembre de 2019

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 17, 20-25

En aquel tiempo, a unos fariseos que le preguntaban cuándo iba a llegar el reino de
Dios, Jesús les contestó: El reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni
anunciarán que está aquí o está allí;porque mirad, el reino de Dios está dentro de
vosotros.
Dijo a sus discípulos: Llegará un tiempo en que desearéis vivir un día con el Hijo
del Hombre, y no podréis.
Si os dicen que está aquí o está allí, no os vayáis detrás.
Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo del
Hombre en su día.
Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación.