Lecturas del sábado, 09 de febrero de 2019


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del sábado, 09 de febrero de 2019

Primera lectura del sábado, 09 de febrero de 2019

Lectura de la carta a los Hebreos 13, 15-17. 20-21

Hermanos: Por medio de Jesús ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de
alabanza, es decir, el fruto de unos labios que profesan su nombre.
No os olvidéis de hacer el bien y de ayudaros mutuamente;esos son los sacrificios
que agradan a Dios.
Obedeced con docilidad a vuestros jefes, pues son responsables de vuestras almas y
velan por ellas;
así lo harán con alegría y sin lamentarse, con lo que salís ganando.
Que el Dios de la paz, que hizo subir de entre los muertos
al gran pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesús, en virtud de la sangre de la alianza
eterna, os ponga a punto en todo bien para que cumpláis su voluntad.
El realizará en nosotros lo que es de su agrado por medio de Jesucristo;
a él la gloria por los siglos de los siglos.
Amén.

Salmo responsorial del sábado, 09 de febrero de 2019

Salmo responsorial Sal 22, 1-3a. 3b-4. 5. 6

V. El Señor es mi pastor, nada me falta.
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.
V. El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. R.
V. Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y
tu cayado me sosiegan. R.
V. Preparas una mesa ante mí enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume, y mi cáliz rebosa. R.
V. Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor por años sin término. R.

Evangelio del sábado, 09 de febrero de 2019

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 6, 30-34

En aquel tiempo, los Apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo
que habían hecho y enseñado.
El les dijo: Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.
Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para
comer.
Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron;entonces de todas las aldeas
fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron.
Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban
como ovejas sin pastor;y se puso a enseñarles con calma.