Lecturas del lunes, 26 de noviembre de 2018


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del lunes, 26 de noviembre de 2018

Primera lectura del lunes, 26 de noviembre de 2018

Lectura del libro del Apocalipsis 14, 1-3. 4b-5

Yo, Juan, miré, y allí estaba el Cordero de pie sobre el monte Sión, y con él ciento
cuarenta y cuatro mil que llevaban grabado en la frente el nombre del Cordero y
el nombre de su Padre.
Oí también un sonido que bajaba del cielo, parecido al estruendo de grandes
cataratas, y como el estampido de un trueno poderoso;era el son de arpistas que
tañían sus arpas delante del trono, delante de los cuatro seres vivientes y los
ancianos, cantando un cántico nuevo.
Y nadie podía aprender el cántico fuera de los ciento cuarenta y cuatro mil, los
rescatados de la tierra.
Ellos son el cortejo del Cordero adondequiera que vaya;son los rescatados como
primicias de la humanidad para Dios y el Cordero.
En sus labios no se encontró mentira: son irreprochables.

Salmo responsorial del lunes, 26 de noviembre de 2018

Salmo responsorial Sal 23, 1-2. 3-4ab. 5-6

V. Estos son los que buscan al Señor.
R. Estos son los que buscan al Señor.
V. Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la
fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. R.
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto
sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos.
V. Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación.
Este es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.

Evangelio del lunes, 26 de noviembre de 2018

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 21, 1-4

En aquel tiempo, alzando Jesús los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el
cepillo del templo;vio también una viuda pobre que echaba dos reales, y dijo:
Sabed que esa pobre viuda ha echado más que nadie, porque todos los demás
han echado de lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo
que tenía para vivir.