Lecturas del lunes, 19 de noviembre de 2018


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del lunes, 19 de noviembre de 2018

Primera lectura del lunes, 19 de noviembre de 2018

Comienzo del libro del Apocalipsis 1, 1-4;2, 1-5a

Esta es la revelación que Dios ha entregado a Jesucristo, para que muestre a sus
siervos lo que tiene que suceder pronto.
Dio la señal enviando su ángel a su siervo Juan.
Este, narrando lo que ha visto, se hace testigo de la palabra de Dios y del testimonio
de Jesucristo.
Dichoso el que lee y dichosos los que escuchan las palabras de esta profecía y tienen
presente lo que en ella está escrito, porque el plazo está cerca.
Juan a las siete iglesias de Asia: Gracia y paz a vosotros de parte del que es y era y
viene y de parte de los siete espíritus que están ante su trono.
Oí una voz que decía desde el cielo: Al ángel de la Iglesia de Éfeso escribe así: Esto
dice el que tiene las siete estrellas en su mano derecha y anda entre los siete
candelabros de oro: Conozco tu manera de obrar, tu fatiga y tu aguante;sé que
no puedes soportar a los malvados, que pusiste a prueba a los que se llamaban
apóstoles sin serlo y descubriste que eran unos embusteros.
Eres tenaz, has sufrido por mí y no te has rendido a la fatiga;pero tengo en contra
tuya que has abandonado el amor primero.
Recuerda de dónde has caído, conviértete y vuelve a proceder como antes.

Salmo responsorial del lunes, 19 de noviembre de 2018

Salmo responsorial Sal 1, 1-2. 3. 4 y 6.

V. Al que venciere le daré a comer del árbol de la vida.
R. Al que venciere le daré a comer del árbol de la vida.
V. Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos;ni entra por la senda
de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos, sino que su gozo es la
ley del Señor, y medita su ley día y noche. R.
V. Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón, y no
se marchitan sus hojas;y cuanto emprende tiene buen fin. R.
V. No así los impíos, no así: serán paja que arrebata el viento;porque el Señor
protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. R.

Evangelio del lunes, 19 de noviembre de 2018

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 18, 35-43

En aquel tiempo, cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde
del camino, pidiendo limosna.
Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello;y le explicaron: Pasa Jesús
Nazareno.
Entonces gritó: ¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí! Los que iban delante le
regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: ¡Hijo de David, ten
compasión de mí! Jesús se paró y mandó que se lo trajeran.
Cuando estuvo cerca, le preguntó: ¿Qué quieres que haga por ti? El dijo: Señor, que
vea otra vez.
Jesús le contestó: Recobra la vista, tu fe te ha curado.
Enseguida recobró la vista y lo siguió glorificando a Dios.
Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.