Lecturas del viernes, 26 de octubre de 2018


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del viernes, 26 de octubre de 2018

Primera lectura del viernes, 26 de octubre de 2018

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios 4, 1-6

Hermanos: Yo, el prisionero por Cristo, os ruego que andéis como pide la vocación
a la que habéis sido convocados.
Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos;sobrellevaos mutuamente con
amor;esforzaos en mantener la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz.
Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la meta de la esperanza en la
vocación a la que habéis sido convocados.
Un Señor, una fe, un bautismo.
Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo.

Salmo responsorial del viernes, 26 de octubre de 2018

Salmo responsorial Sal 23, 1-2. 3-4ab. 5-6

V. Este, Señor, es el grupo que busca tu presencia.
R. Este, Señor, es el grupo que busca tu presencia.
V. Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la
fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos. R.
¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto
sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos.
V. Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación.
Este es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R.

Evangelio del viernes, 26 de octubre de 2018

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 12, 54-59

En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: Cuando veis subir una nube por el
poniente, decís enseguida: «Chaparrón tenemos» , y así sucede.
Cuando sopla el sur decís: «Va a hacer bochorno» , y lo hace.
Hipócritas: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis
interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que
se debe hacer? Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo
posible por llegar a un acuerdo con él, mientras vais de camino;no sea que te
arrastre ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la
cárcel.
Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo.