Lecturas del jueves, 22 de marzo de 2018


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del jueves, 22 de marzo de 2018

Primera lectura del jueves, 22 de marzo de 2018

Lectura del libro del Génesis 17, 3-9

En aquellos días, Abrán cayó de bruces, y Dios le dijo:
—«Mira, éste es mi pacto contigo:
Serás padre de muchedumbre de pueblos.
Ya no te llamarás Abrán, sino que te llamarás Abrahán,
porque te hago padre de muchedumbre de pueblos.
Te haré crecer sin medida,
sacando pueblos de ti,
y reyes nacerán de ti.
Mantendré mi pacto contigo
y con tu descendencia
en futuras generaciones,
como pacto perpetuo.
Seré tu Dios y el de tus descendientes futuros.
Os daré a ti y a tu descendencia futura
la tierra en que peregrinas, la tierra de Canaán,
como posesión perpetua,
y seré su Dios.»
Dios añadió a Abrahán:
—«Tú guarda mi pacto,
que hago contigo y tus descendientes
por generaciones.»

Salmo responsorial del jueves, 22 de marzo de 2018

Salmo responsorial Sal 104, 4-5. 6-7. 8-9 (R/.: 8a)

R. El Señor se acuerda de su alianza eternamente.
Recurrid al Señor y a su poder, buscad continuamente su rostro. Recordad las
maravillas que hizo, sus prodigios, las sentencias de su boca. R.
¡Estirpe de Abrahán, su siervo;hijos de Jacob, su elegido! El Señor es nuestro Dios,
él gobierna toda la tierra. R.
Se acuerda de su alianza eternamente, de la palabra dada, por mil generaciones;de
la alianza sellada con Abrahán, del juramento hecho a Isaac. R.
Versículo antes del evangelio Sal 94, 8ab
No endurezcáis hoy vuestro corazón;escuchad la voz del Señor.

Evangelio del jueves, 22 de marzo de 2018

Lectura del santo evangelio según san Juan 8, 51-59

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:
—«Os aseguro: quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para siempre.»
Los judíos le dijeron:
—«Ahora vemos claro que estás endemoniado;Abrahán murió, los profetas
también, ¿y tú dices:"Quien guarde mi palabra no conocerá lo que es morir para
siempre"? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los
profetas murieron, ¿por quién te tienes?»
Jesús contestó:
—«Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es
mi Padre, de quien vosotros decís: "Es nuestro Dios", aunque no lo conocéis. Yo sí lo
conozco, y si dijera: "No lo conozco"seria, como vosotros, un embustero;pero yo lo
conozco y guardo su palabra. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando
ver mi día;lo vio, y se llenó de alegría.»
Los judíos le dijeron:
—«No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?»
Jesús les dijo:
—«Os aseguro que antes que naciera Abrahán, existo yo.»
Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.