Lecturas del lunes, 06 de septiembre de 2021


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del lunes, 06 de septiembre de 2021

Primera lectura del lunes, 06 de septiembre de 2021

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses 1, 24-2, 3

Hermanos: Me alegro de sufrir por vosotros: así completo en mi carne los dolores
de Cristo, sufriendo por su cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha
nombrado ministro, asignándome la tarea de anunciaros a vosotros su mensaje
completo: el misterio que Dios ha tenido escondido desde siglos y generaciones y
que ahora ha revelado a su pueblo santo.
Dios ha querido dar a conocer a los suyos la gloria y riqueza que este misterio
encierra para los gentiles: es decir, que Cristo es para vosotros la esperanza de la
gloria.
Nosotros anunciamos a ese Cristo;amonestamos a todos, enseñamos a todos, con
todos los recursos de la sabiduría, para que todos lleguen a la madurez en su
vida cristiana: esta es mi tarea, en la que lucho denodadamente con la fuerza
poderosa que él me da.
Quiero que tengáis noticia del empeñado combate que sostengo por vosotros y los
de Laodicea, y por todos los que no me conocen personalmente.
Busco que tengan ánimos y estén compactos en el amor mutuo, para conseguir la
plena convicción que da el comprender y quecapten el misterio de Dios.
Este misterio es Cristo, en quien están encerrados todos los tesoros del saber y el
conocer.

Salmo responsorial del lunes, 06 de septiembre de 2021

Salmo responsorial Sal 61, 6-7. 9

V. De Dios viene mi salvación y mi gloria.
R. De Dios viene mi salvación y mi gloria.
V. Descansa en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza;sólo él es mi roca y mi
salvación, mi alcázar;no vacilaré. R.
V. Pueblo suyo, confiad en él, desahogad ante él vuestro corazón, que Dios es
nuestro refugio. R.

Evangelio del lunes, 06 de septiembre de 2021

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 6, 6-11

Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar.
Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho.
Los letrados y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y
encontrar de qué acusarlo.
Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico: Levántate y
ponte ahí en medio.
El se levantó y se quedó en pie.
Jesús les dijo: Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado ? ,
¿hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir? Y, echando en torno una
mirada a todos, le dijo al hombre: Extiende el brazo.
El lo hizo y su brazo quedó restablecido.
Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.