Lecturas del domingo, 28 de junio de 2020


Aquí podrás encontrar el Evangelio, el Salmo responsorial y las Lecturas del domingo, 28 de junio de 2020

Primera lectura del domingo, 28 de junio de 2020

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 2, 22b-26

Querido hermano: Esmérate en la justicia y en la fe, en el amor y la paz con los que invocan al Señor con corazón limpio. Niégate a discusiones estúpidas y superficiales, sabiendo que acaban en peleas;y uno que sirve al Señor no debe pelearse, sino ser amable con todos;debe ser hábil para enseñar, sufrido, suave para corregir a los contradictores;puede que Dios les conceda convertirse y comprender la verdad;entonces recapacitarán y se zafarán del lazo del diablo que los tiene ahora cogidos y sumisos a su voluntad.

Salmo responsorial del domingo, 28 de junio de 2020

Salmo responsorial Sal 36, 3-4. 5-6. 30-31 (R.: 30a)

R. La boca del justo expone la sabiduría.
Confía en el Señor y haz el bien, habita tu tierra y practica la lealtad;sea el Señor tu
delicia, y él te dará lo que pide tu corazón. R.
Encomienda tu camino al Señor, confía en él, y él actuará: hará tu justicia como el
amanecer, tu derecho como el mediodía. R.
La boca del justo expone la sabiduría, su lengua explica el derecho;porque lleva en
el corazón la ley de su Dios, y sus pasos no vacilan. R.

Segunda lectura del domingo, 28 de junio de 2020

Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 6, 3-4. 8-11

Hermanos:
Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo, fuimos incorporados a su muerte.
Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que, así como Cristo fue
despertado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en
una vida nueva.
Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él, pues
sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más;la muerte
ya no tiene dominio sobre él. Porque su morir fue un morir al pecado de una vez para
siempre, y su vivir es un vivir para Dios.
Lo mismo vosotros consideraos muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús,
Señor Nuestro.

Evangelio del domingo, 28 de junio de 2020

Jn 17, 20-26

Notas