Oración al Sagrado Corazón de Jesús para una grave necesidad

¿Cómo rezar esta oración?
No te olvides de rezar un Padre Nuestro, una Ave María y una vez el Gloria al Padre para que tus peticiones cristianas tengan mayor efecto.    

Las oraciones cristianas son poderosas y milagrosas porque todas ellas están repletas de los pasajes de la Biblia y por tanto de la grandeza de Cristo Nuestro Señor. Siempre que nos encontremos ante una grave situación podremos recurrir a ellas para que desde el Reino de los Cielos nos protejan. Y para ello, la oración al Sagrado Corazón de Jesús será nuestro mejor aliado.

No importa cuál sea el momento, pues son verdaderamente un aliento para animarnos a superar los obstáculos que nos impone la vida. En especial, la oración al Sagrado Corazón de Jesús para una grave necesidad actuará como el milagro que tanto necesitamos. Confiemos en Dios, pues Él es quien todo lo puede y quien finalmente nos llenará de frutos y bendiciones.

Imagen del Sagrado Corazón de Jesús

Letra de la oración al Sagrado Corazón de Jesús para una grave necesidad

Descubre la letra completa de la oración al Sagrado corazón de Jesús para una grave necesidad y podrás incorporarla en todas tus reflexiones cristianas para que se te conceda una petición. Además, siempre que lo necesites también puedes recurrir a la oración a San Judas Tadeo para casos imposibles con el fin de que se cumplan todas las bendiciones que tanto esperas y que la dicha aparezca en tu vida.

Oh Divino Jesús que dijiste: «Pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca encuentra, y a quien llama se le abre». Mírame postrado a tus plantas suplicándote me concedas una audiencia. Tus palabras me infunden confianza, sobre todo ahora que necesito que me hagas un favor:

(Se ora en silencio pidiendo el favor)
¿A quién he de pedir, sino a Ti, cuyo Corazón es un manantial inagotable de todas las gracias y dones? ¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas de la clemencia y generosidad divinas? ¿A dónde he de llamar sino a la puerta de ese Corazón Sagrado, a través del cual Dios viene a nosotros, y por medio del cual vamos a Dios?


A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús, porque en Ti encontramos consuelo, cuando afligidos y perseguidos pedimos protección; cuando abrumados por el peso de nuestra cruz, buscamos ayuda; cuando la angustia, la enfermedad, la pobreza o el fracaso nos impulsan a buscar una fuerza superior a las fuerzas humanas.

Creo firmemente que puedes concederme la gracia que imploro, porque tu Misericordia no tiene límites y confío en que tu Corazón compasivo encontrará en mis miserias, en mis tribulaciones y en mis angustias, un motivo más para oír mi petición.

Quiero que mi corazón esté lleno de la confianza con que oró el centurión romano en favor de su criado; de la confianza con que oraron las hermanas de Lázaro, los leprosos, los ciegos, los paralíticos que se acercaban a Ti porque sabían que tus oídos y tu Corazón estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males.

Sin embargo dejo en tus manos mi petición, sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo; y que, si no me concedes esta gracia que te pido, sí me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma; y me concederás mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera, desde otro ángulo, con más espíritu de fe.

Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús.

Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo que decrete tu Corazón misericordioso. Amén.